
Conectar con Diego
- Marcelo Gallo
- Jul 21
- 2 min read
“…never thought the furnace
was gonna burn us
we worked the bellows for so long
the comfort of the fire
apethize us
looks like we burned ourself alive
“member the old van we filled ears with pain
nothing to lose there was nothing to gain
I dont miss my span of attention
I do miss my old friend tim”
( “We Threw Gasoline on the Fire and Now We Have Stumps for Arms and No Eyebrows“ , NOFX)
Yo creo que los tributos son importantes porque son homenajear . Es usar el mismo código una vez más, es confiar en el plan que en ese momento tuvimos. Es cantar la vieja canción, celebrar lo propio como un logro de los dos.Es un festejar juntos desde el amor de lo vivido.
Es mirar de frente el vacío para poder conectar sin miedo.
Cuando “charlo” con Diego, a veces me rio y extraño viejos momentos y me impresiona la vida entera que vivimos de los 13 a los 33. Es impresionante porque si entro ahí, hay un montón de música por escuchar, peliculas por ver, millones de chistes y anecdotas para recoerdas. Tiene más material que la serie más larga del mundo y a veces me gusta vivir en ese mundo un rato, reconectar con lo vivido para volver a saborearlo un rato, para agradecerle a la gente que me viene queriendo,, cuidando y acompanando en la vida hace tanto. Uno a veces pierde dimensión.
Me hace bien y me hace acordar quién soy.
A veces conectar con él quizás me agarra mal parado y entonces me asusta y me paraliza.
Pero si me agarro a tiempo antes de apretar el pecho para no sentir, o antes de bajar al pasado melancolizado, si me enraizo y me relajo cuando conecto y lento, valiente, sin desesperarme, puedo conectar exhalando lento, sin apurarme ni asustarme, con ese Diego Más Sabio.... sucede algo hermoso, que es lo más.
Ultimamente me imagino a Diego como si también él hubiera crecido, como si también hubiera pasado el tiempo para él y como si él también ahora tuviera 40, 41 años hoy. Como si hubiera seguido creciendo, desarrollándose su vida, quizás más corpo, quizás más gordo, quizás con hijas, hijos, quién sabe.
Lo veo desde el rabillo del ojo al lado mío, y lo veo contento por mi, por mi vida, por lo que estoy haciendo, realmente conecto con su mirada amorosa, su sonrisa, su capacidad inagotable de decirte cosas lindas, de darte abrazotes. Siento su mano en mi hombro.
Conecto con cu sentido común a la hora de aconsejar, su sentido del humor, su simpleza y buena intención. Con cómo me conocía, y cómo me veía, y cómo sabía escucharme, y cómo se esforzaba hermosamente por hacerme llegar su mensaje de pragmátismo, amor y disfrute y decirme lo que necesitaba escuchar en ese momento.
Su amor, y su lealtad infinitas.
Cada vez que conectó con su recuerdo así, no sólo me rio y salgo relajado y pilas. Salgo mejor. Salgo más completo. Más entero dentro de mi mismo. Infinitamente más acompañado.



Comments