"En movimiento": Oliver Sacks y el arte de vivir con curiosidad
- Marcelo Gallo
- Apr 19
- 3 min read
Hay libros que nos cuentan una vida, y hay otros que nos la ofrecen como una brújula. On the Move, la autobiografía del célebre neurólogo y escritor Oliver Sacks, pertenece sin duda al segundo grupo. Publicado poco antes de su muerte en 2015, este relato íntimo y visceral es mucho más que un repaso de anécdotas personales: es una invitación a la aventura de vivir con los sentidos despiertos, el corazón abierto y la mente inquieta.
Una vida sobre ruedas y sobre ideas
El título no es sólo una metáfora. On the Move arranca con un joven Sacks montado en su motocicleta, cruzando carreteras de California, fascinado por la libertad que ofrece el movimiento, tanto físico como mental. Esa imagen—un científico con chaqueta de cuero, piernas de culturista y espíritu rebelde—rompe por completo con la figura acartonada del académico de laboratorio. Y ese contraste es esencial en la historia de Sacks: fue un explorador del mundo exterior, pero también del paisaje interno de la mente humana.
El libro transita por sus años de juventud en Inglaterra, su formación médica en Londres, sus primeras experiencias clínicas en Nueva York, y su evolución como escritor y humanista. Lo vemos apasionado por la neurociencia, pero también por la poesía, la música, el levantamiento de pesas, y los viajes en solitario. Cada capítulo parece guiado por una misma premisa: seguir la curiosidad como faro.
La vulnerabilidad como fuerza
Sacks no se ahorra nada. Habla con honestidad desarmante de su timidez, sus adicciones, su homosexualidad reprimida durante décadas, su dificultad para formar vínculos íntimos. A diferencia de muchos autores de autobiografías, no intenta quedar bien: intenta decir la verdad. Y en esa franqueza radica uno de los aspectos más inspiradores del libro.
El Sacks que se muestra en On the Move no es un héroe sin fisuras, sino un hombre que ha tenido que pelear con sus propios límites, sus silencios, sus miedos. Pero también es un hombre que, en cada obstáculo, encontró una vía para conectar con otros: con sus pacientes, con sus lectores, con la humanidad toda. Es imposible leer su historia sin sentir que uno también tiene permiso para mostrarse, para buscar, para sanar.
Un puente entre ciencia y alma
Gran parte del legado de Sacks está en su estilo narrativo: una combinación única de precisión clínica y lirismo humanista. Supo contar casos neurológicos como si fueran cuentos, elevando a personas olvidadas por el sistema médico a la categoría de protagonistas de una odisea.
En On the Move, vemos cómo fue gestando esos libros que hoy son clásicos: Despertares, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, Un antropólogo en Marte. Descubrimos que detrás de cada obra hay no sólo una mente brillante, sino una ética de cuidado, de escucha, de ternura. La medicina de Sacks era también una forma de amor.
Inspiración para quienes sienten que no encajan
Uno de los motivos por los que On the Move resuena tanto es que Sacks nunca fue “normal”, y lo sabía. Se sintió ajeno en muchos entornos: en su familia ortodoxa, en el mundo académico, en la cultura gay de su época. Sin embargo, no intentó forzarse a encajar, sino que fue construyendo su propia forma de pertenecer: a través del asombro, del conocimiento, del afecto.
Para quienes han sentido que viven “en los márgenes”, la historia de Sacks es un faro. Demuestra que hay otros caminos posibles, que la autenticidad no sólo es valiosa, sino contagiosa. Y que la rareza puede ser un don, si se la cultiva con pasión y con compasión.
El coraje de narrarse
La última parte del libro es especialmente conmovedora. Sacks ya está grande, ya ha vivido suficiente como para mirar hacia atrás con cierta serenidad, y al mismo tiempo, con un dejo de melancolía. Habla de los amores que no fueron, de los libros que escribió y de los que no tuvo tiempo de escribir. Pero lejos de ser una despedida amarga, el tono es el de alguien que ha vivido intensamente y ha aprendido a agradecer incluso lo que dolió.
Leer On the Move es como escuchar a un amigo que, al final de su viaje, se sienta con vos y te dice: “Mirá, esto hice con mi tiempo. A vos, ¿qué te gustaría hacer con el tuyo?”
El movimiento continúa
Oliver Sacks falleció en 2015, pero su influencia no hace más que crecer. Neurocientíficos, terapeutas, escritores, docentes, artistas, pacientes… miles de personas encuentran en sus libros una inspiración para mirar el mundo con más profundidad, más empatía, más poesía.
On the Move es, entonces, mucho más que una autobiografía. Es una celebración de la vida vivida con intensidad, una defensa apasionada de la diferencia, y una carta de amor al acto de observar, de contar, de curar. Como él mismo escribió: "La vida —y la ciencia— están en movimiento. Yo también."
Y por suerte, todavía lo seguimos.
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