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Antes de las cinco: Guía práctica para salir de casa y volver al mundo un domingo cualquiera

  • Writer: Marcelo Gallo
    Marcelo Gallo
  • 12 minutes ago
  • 4 min read

por Marcelo Gallo – Revista Coco




🌧️ Introducción



No estás fallando: es domingo.


El domingo tiene mala prensa.

Es el día en que el tiempo se estira, la energía baja, y la mente se llena de pensamientos contradictorios: “Debería descansar… pero también debería aprovechar… pero ya es tarde…”.

La trampa más grande es creer que hay una forma “correcta” de vivirlo.

Esa idea —de que si no lográs aprovecharlo bien, fracasaste— es lo que más nos desconecta.


El perfeccionismo no solo arruina los lunes: arruina los domingos.

Querés hacer algo significativo, pero cualquier cosa que no sea perfecta te parece poco.

Entonces no hacés nada, o te distraés hasta que oscurece.


Por eso, este texto no propone un cambio drástico, sino una transición amable:

salir antes de las cinco, moverte, elegir qué estímulos querés tener, y volver a casa sintiendo que algo —aunque mínimo— se movió adentro tuyo.





☕ 1. Evitar la trampa de la autoexigencia




La primera resistencia no está afuera: está adentro.



Es normal que no quieras salir.

Que mires el reloj y pienses: “ya fue, hoy no”.

La resistencia es una forma de miedo; no de pereza. Miedo al vacío, al esfuerzo, al contacto con el mundo cuando uno se siente desconectado.

Y el perfeccionismo la disfraza de argumentos: “si salgo, quiero que sea algo lindo, si no, no vale la pena”.

Pero sí vale la pena, incluso si no lo disfrutás de entrada.


No hay que “aprovechar el domingo”: hay que permitirse estar vivo en él.

Y eso empieza con algo tan simple como elegir un sonido.





🎧

Ejercicio 1 — Elegí tu atmósfera



Duración: 10 minutos


Antes de abrir la puerta, elegí qué querés que te acompañe.

No tiene que ser silencio: puede ser una lista de Spotify tranquila, una canción de infancia, o incluso el murmullo de la tele con el volumen bajo.

La idea no es eliminar estímulos, sino regularlos.


Preguntate:


  • ¿Qué tipo de domingo quiero tener hoy: de descanso, de exploración, o de reconexión?

  • ¿Qué música, ritmo o sonido puede ayudarme a entrar en ese clima?



Lo que elegí escuchar: ____________________________

Lo que quiero sentir hoy: ____________________________


(La elección consciente del entorno sensorial es un acto de agencia: le recordás al cuerpo que podés elegir cómo estar.)





🏠 2. Antes de salir




A veces salir empieza con ponerse las medias correctas.



No subestimes las microdecisiones.

Cada pequeña acción concreta —vestirte, cerrar la canilla, elegir una campera— es una victoria contra la parálisis.

Cuando te sientas trabado, no discutas con la cabeza. Mové un músculo.

La motivación viene después de la acción, no antes.


Podés decirte:


“No tengo que disfrutarlo. Solo tengo que salir a ver qué pasa.”


Y eso alcanza.





🚪

Ejercicio 2 — Preparar la salida mínima



Duración: 5 minutos


  1. Mirá por la ventana.

  2. Respirá hondo una vez.

  3. Elegí un abrigo cómodo y liviano.

  4. Decí en voz baja: “Voy a salir antes de las cinco.”



Eso es todo. No te prepares para un gran plan. Prepararte es el plan.


Hora de salida: ______________________

Sensación corporal antes de salir: ______________________





🚶 3. La primera cuadra




Tu cuerpo sabe salir antes que vos.



No esperes inspiración: esperá el movimiento.

Los primeros metros son una transición fisiológica.

El cerebro pasa del modo defensivo (autoprotección) al modo explorador (curiosidad).

Esa transición necesita oxígeno y mirada periférica. Por eso sirve mirar lejos, aunque no haya nada especial que ver.





🌿

Ejercicio 3 — Primeros cien metros conscientes



Duración: 5 a 10 minutos


Mientras caminás, notá:


  • ¿Qué colores dominan el entorno?

  • ¿Hay sonidos naturales o urbanos?

  • ¿Dónde se siente más tenso tu cuerpo?



Si algo te incomoda —un ruido, una persona, un olor— no te obligues a soportarlo: observá la incomodidad y seguí caminando.

El objetivo no es relajarte: es estar lúcido.


Algo que vi o escuché y me llamó la atención: ______________________

Algo que me molestó y pude tolerar: ______________________


(Este tipo de exposición leve y consciente fortalece la tolerancia sensorial y emocional.)





🌳 4. Encontrar tu punto de observación




Estar afuera no siempre es hacer. A veces es mirar.



Si encontrás una plaza, un bar, un banco, sentate.

El contacto con el mundo no necesita rendimiento.

La gente, los perros, las hojas moviéndose, el viento en la cara. Todo eso es “estar en comunidad”.

Los estudios de sincronía muestran que incluso al observar gente interactuar, tu sistema nervioso se regula como si participaras.





Ejercicio 4 — El banco o la mesa



Duración: 20 a 30 minutos


Sentate y observá.

Cada tanto, hacé una pausa para escribir o pensar:


¿Qué me gustaba hacer los domingos cuando era chico?

¿Qué era un “buen domingo” hace unos años?

¿Qué sería un buen domingo dentro de un año, si pudiera elegir?


No intentes responder con exactitud. Dejá que aparezcan imágenes, olores, nombres.


Lo que apareció en mi mente: ____________________________


(La evocación positiva del pasado y el futuro activa redes cerebrales de sentido y motivación intrínseca.)





💬 5. Microconexión humana




La pertenencia no requiere conversación.



Una mirada, un saludo, compartir el espacio público: todo eso es una forma de contacto.

No busques profundidad, buscá simultaneidad.

Estar respirando junto a otros, aunque no los conozcas.





🤝

Ejercicio 5 — Intercambio mínimo



Duración: 5 a 15 minutos


Podés comprar algo, agradecer, o simplemente sonreír a alguien.

Si surge charla, dejala fluir; si no, basta el gesto.


Algo que me conectó con alguien: ____________________________

Cómo se sintió en el cuerpo: ____________________________


(Los gestos breves de conexión disparan oxitocina y serotonina, incluso más que una conversación larga.)





🕯️ 6. El regreso




Volver distinto, no mejor.



Cuando regreses, no analices si valió la pena.

Valió, simplemente porque lo hiciste.

No importa si te gustó, si fue breve o si te distrajo el celular.

Lo importante es que le diste al domingo una nueva huella.


Podés cerrar el día con un pequeño registro.

No para evaluar, sino para reconocer.





✍️

Ejercicio 6 — Lo que cambió (aunque sea poco)



Duración: 10 minutos


Algo que no tenía ganas de hacer y terminé haciendo: ____________________________

Algo que me hizo bien sin esperarlo: ____________________________

Algo que quiero repetir o ampliar el próximo domingo: ____________________________


(La conciencia de microcambios refuerza la sensación de agencia y abre camino a nuevas rutinas saludables.)





🌆 Epílogo



Salir antes de las cinco no es un desafío, es un gesto de autocompasión.

Un modo de decirte: “Todavía puedo elegir.”

Quizás no se trate de hacer algo extraordinario, sino de volver a probar la experiencia de estar en el mundo sin defenderte de él.


El domingo no es para “aprovecharlo”:

es para reconciliarte con el hecho de estar vivo.




 
 
 

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© 2025 by Marcelo Gallo de Urioste, Licenciado en Psicología. 

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