🧘‍♂️ Meditación Guiada: Encuentro con tu Yo Más Sabio

(Inicio - Preparación)

Siéntate o recuéstate en una posición cómoda.

Permitite unos momentos para soltar el cuerpo.

Cerrá los ojos suavemente si te resulta cómodo.

Sentí el peso de tu cuerpo siendo sostenido por la tierra.

Inhalá profundo… y exhalá largo.

Una vez más… inhalás… y exhalás.

Permití que con cada exhalación, el cuerpo suelte tensiones.

Los hombros caen, la mandíbula se ablanda, el abdomen se suelta.

Estás a salvo aquí. Nada que hacer. Nada que controlar.

(Transición hacia la visualización)

Ahora, llevá la atención a tu respiración.

No hace falta modificarla. Solo observar.

Cada respiración es una puerta.

Una puerta hacia tu centro.

Hacia una parte de vos que ya sabe.

Que ya ha atravesado mucho.

Y que te espera, con calma, del otro lado.

Imaginá ahora que estás caminando…

Estás en un lugar natural, tranquilo… quizás un bosque, una playa, una montaña.

Es un lugar que tu mente construye para vos, y te resulta familiar y seguro.

Sentí el suelo bajo tus pies, el aire en tu piel, el sonido de fondo.

Mientras caminás, algo en vos se prepara para un encuentro.

(Encuentro con el Yo del futuro)

A lo lejos, ves una figura que se va acercando.

No hay apuro.

Esa figura sos vos… pero un vos del futuro.

Una versión tuya más sabia, más calma, más plena.

Una versión que ha atravesado lo que hoy te preocupa.

Una versión que ha aprendido a cuidarse con amor.

Te observa con ternura, sin juicio, con total comprensión.

Fijate cómo se mueve, cómo respira, cómo te mira.

Este Yo más sabio se sienta frente a vos.

Y sin palabras, ya sentís su apoyo.

Pero si lo deseás, podés hacerle una pregunta.

Quizás algo que te preocupa hoy.

Quizás algo que necesitás entender o soltar.

Tómate unos momentos para preguntarle…

Y luego, escuchá.

Tal vez no haya palabras.

Tal vez llegue una imagen, una sensación, un gesto.

Confiá en lo que aparece, aunque sea sutil.

(Pausa larga)

(Integración)

Este Yo del futuro tiene un mensaje para vos.

Algo que necesitás recordar.

Permitite recibirlo.

(Pausa larga)

Ahora, este Yo sabio te extiende algo: puede ser un símbolo, un objeto, una palabra.

Es un regalo que vas a llevar con vos.

Un recordatorio tangible de lo que ya habita en tu interior.

(Pausa)

Le agradecés.

Y lentamente te vas despidiendo.

Sabés que podés volver a este lugar cuando lo necesites.

Esta versión de vos siempre está cerca.

(Regreso)

Volvés a caminar por el mismo sendero…

De a poco, regresás a tu cuerpo…

Sentís nuevamente el contacto con la silla o el suelo…

Sentís tu respiración…

Tus manos… tus pies…

Podés mover los dedos suavemente…

Y cuando estés listo, podés abrir los ojos.

Traé con vos esa sensación.

Ese mensaje.

Ese recuerdo de que ya sabés.

De que estás en camino.

Y no estás solo.