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La postura como memoria encarnada: vínculos entre sufrimiento, placer y regulación corporal desde el yoga terapéutico, la estesioterapia y la neurociencia del embodiment

  • Writer: Marcelo Gallo
    Marcelo Gallo
  • Jul 4
  • 6 min read









Resumen


Este artículo explora la postura corporal no solo como expresión encarnada de experiencias afectivas pasadas, sino como una construcción activa de significado emocional en tiempo real. Se integran aportes del yoga terapéutico (con énfasis en el enfoque de B.K.S. Iyengar), la estesioterapia, la teoría polivagal, la neurociencia afectiva contemporánea y el constructivismo emocional propuesto por Lisa Feldman Barrett. Se propone que la postura no es meramente una disposición anatómica ni un archivo de memoria, sino una configuración dinámica e inferencial que participa en la percepción, la emoción y la autorregulación. La evidencia empírica y fenomenológica sugiere que la intervención consciente sobre la postura puede operar como vía de transformación clínica, emocional y cognitiva.



1. Introducción


La postura ha sido tradicionalmente concebida en el ámbito biomédico como una disposición estática del cuerpo en el espacio. Sin embargo, enfoques emergentes desde la fenomenología, la neurociencia del embodiment y la teoría de la construcción de la emoción proponen que la postura cumple una función más amplia: no solo registra el pasado, sino que participa en la generación activa de estados afectivos (Barrett, 2017). En este sentido, el cuerpo no es solo memoria, sino modelo predictivo.


Este artículo explora la hipótesis de que las posturas corporales son configuraciones dinámicas que co-construyen el sentido emocional del presente.


Lejos de limitarse a la corrección estructural, se argumenta que la postura puede ser una vía activa de reorganización perceptual, abordaje del trauma, modulación del craving y exploración del yo encarnado.



2. Iyengar y el sufrimiento como vía: precisión, dolor y liberación



B.K.S. Iyengar desarrolló una de las tradiciones más sistematizadas del yoga terapéutico, en la que las posturas (āsanas) son utilizadas no como meros ejercicios físicos, sino como medios de transformación psicofísica. En Light on Yoga (1966) y The Tree of Yoga (1988), Iyengar propone que las posturas, cuando se sostienen con atención y alineamiento preciso, permiten penetrar en las capas más profundas del cuerpo y la conciencia.


Para Iyengar, la postura refleja y moldea el estado interno. El sufrimiento no se evita, sino que se atraviesa: “El dolor es purificador”, sostenía. La práctica exige asumir posturas intensas, a menudo incómodas, no para dominarlas, sino para habitar el cuerpo con lucidez y observar cómo la mente responde a la tensión. Esta propuesta, aunque anclada en una cosmología yóguica, anticipa de forma empírica hallazgos actuales de la psicología somática sobre la regulación emocional a través de la propriocepción (Price & Hooven, 2018).





3. Estesioterapia y memoria corporal: leer el cuerpo como texto



Desde una perspectiva clínica, la estesioterapia —disciplina que articula trabajo manual, conciencia postural y modulación del tono muscular— parte del supuesto de que el cuerpo guarda una historia implícita. Las posturas repetidas y sostenidas no son neutras: expresan configuraciones defensivas, experiencias de control, inhibición o goce (Mehling et al., 2011).


En particular, las posiciones de contracción (flexión, cierre torácico, inclinación anterior de la cabeza) suelen vincularse con vivencias de retraimiento, trauma o indefensión aprendida. Por el contrario, las posturas de expansión (apertura esternal, extensión axial, elevación de la mirada) pueden facilitar la emergencia de estados de seguridad fisiológica y vitalidad (Porges, 2011).


Desde esta perspectiva, el terapeuta corporal no “corrige” la postura, sino que la interroga. ¿Qué historia cuenta esa curva torácica? ¿Qué necesidad está representando ese gesto de tensión mandibular? El objetivo es restaurar la movilidad expresiva, no imponer una forma fija.





4. Neurociencia del embodiment: interocepción, postura y conciencia emocional



La noción de embodiment —encarnación o corporeización de la experiencia— ha adquirido centralidad en los últimos veinte años gracias a investigaciones de autores como Antonio Damasio, Bud Craig y otros. Para Damasio (1999; 2010), las emociones surgen como mapas interoceptivos del estado corporal: no sentimos cosas en el cuerpo, sino que somos esa configuración corporal en un momento dado.


Craig (2002) define la interocepción como la percepción de los estados viscerales internos.


Sección 4. Neurociencia del embodiment: interocepción, postura y conciencia emocional


La noción de embodiment —encarnación o corporeización de la experiencia— ha adquirido centralidad en los últimos veinte años gracias a investigaciones de autores como Antonio Damasio, Bud Craig y otros.


Para Damasio (1999; 2010), las emociones surgen como mapas interoceptivos del estado corporal: no sentimos cosas en el cuerpo, sino que somos esa configuración corporal en un momento dado.


Craig (2002) define la interocepción como la percepción de los estados viscerales internos.


Esta capacidad no solo permite identificar señales como el hambre o la tensión, sino que constituye la base del sentimiento de sí. En este punto, se suma el enfoque de Lisa Feldman Barrett (2017), quien sostiene que las emociones no son respuestas automáticas predefinidas del cerebro, sino construcciones activas que emergen de inferencias corporales y contextuales. La postura, dentro de este marco, no simplemente refleja emociones, sino que participa en su creación.


Así, adoptar una postura específica modula no solo la respuesta emocional, sino también la percepción del entorno, dado que el cuerpo ofrece datos que el cerebro utiliza para predecir y categorizar la experiencia.


La postura no es entonces solo huella de lo vivido, sino instrumento de modelado emocional.


Por ejemplo, investigaciones en psicología experimental han demostrado que adoptar posturas de colapso puede intensificar sentimientos de tristeza o desesperanza, mientras que posturas erguidas o abiertas mejoran la autoeficacia y la tolerancia al malestar (Nair et al., 2015).





5. Postura, craving y trauma: una lectura polivagal



La teoría polivagal, desarrollada por Stephen Porges (2011), postula que el sistema nervioso autónomo responde no solo a amenazas externas, sino también a configuraciones internas del cuerpo. En este modelo, la postura es una variable clave: posturas de contracción o congelamiento activan vías de defensa (simpático o dorsal vagal), mientras que posturas de apertura y contacto facilitan el acceso al circuito vagal ventral, asociado con la regulación emocional, la conexión social y el aprendizaje.


En el tratamiento del trauma y de las adicciones, esta lectura ofrece un marco clínico poderoso.


El craving puede entenderse como una estrategia de autorregulación rápida frente a un estado corporal percibido como intolerable. Intervenir sobre la postura no es, entonces, un gesto cosmético, sino una acción sobre el sistema de amenaza y recompensa (Khanna & Greeson, 2013).


El yoga terapéutico, el movimiento consciente y la estesioterapia permiten desarrollar microprácticas de apertura, arraigo y respiración que activan circuitos de regulación autonómica.


La eficacia de estas prácticas está siendo validada progresivamente por estudios clínicos en contextos de dolor crónico, ansiedad y dependencia (van der Kolk, 2014).





6. Discusión: entre la corrección y la expresión



La noción tradicional de postura como “correcta” o “incorrecta” pierde relevancia frente a una concepción funcional e histórica del cuerpo. Lo relevante no es si la postura es simétrica, sino si permite al organismo responder con flexibilidad al entorno. En este sentido, toda postura fija —incluso las “correctas”— puede volverse disfuncional si es rígida, si no responde a la situación presente, si cristaliza una defensa antigua.


Por otro lado, el cuerpo también busca placer. Ciertas posturas —espontáneamente asumidas al bailar, estirarse o descansar— parecen evocar momentos de goce, expansión o memoria de alivio. Estas formas pueden parecer “extrañas” desde la kinesiología tradicional, pero tienen valor expresivo y neurobiológico. Reconocerlas es reconocer la agencia del cuerpo como sujeto de experiencia.





Conclusión


La postura corporal debe ser comprendida no solo como memoria encarnada, sino como herramienta de construcción emocional. En línea con la teoría de la emoción construida (Barrett, 2017), las configuraciones corporales participan en tiempo real en la generación de estados afectivos. Desde Iyengar hasta la neurociencia predictiva contemporánea, se confirma que el cuerpo no solo recuerda, sino que anticipa, interpreta y crea sentido.


Este enfoque permite integrar las prácticas somáticas con una mirada neuroconstructivista del afecto, reconociendo que intervenir en la postura no es solo intervenir sobre el pasado del cuerpo, sino sobre su capacidad de generar futuros posibles.




Referencias



  • Craig, A. D. (2002). How do you feel? Interoception: the sense of the physiological condition of the body. Nature Reviews Neuroscience, 3(8), 655–666.

  • Damasio, A. R. (1999). The Feeling of What Happens: Body and Emotion in the Making of Consciousness. Harcourt.

  • Damasio, A. R. (2010). Self Comes to Mind: Constructing the Conscious Brain. Pantheon.

  • Fuchs, T. (2011). Body memory and the unconscious. En Koch, S. C., Fuchs, T. & Summa, M. (Eds.), Body Memory, Metaphor and Movement (pp. 9–22). John Benjamins.

  • Iyengar, B. K. S. (1966). Light on Yoga. George Allen & Unwin.

  • Iyengar, B. K. S. (1988). The Tree of Yoga. Shambhala.

  • Khanna, S., & Greeson, J. M. (2013). A narrative review of yoga and mindfulness as complementary therapies for addiction. Complementary Therapies in Medicine, 21(3), 244–252.

  • Mehling, W. E., Wrubel, J., Daubenmier, J. J., Price, C. J., Kerr, C. E., Silow, T., & Gopisetty, V. (2011). Body awareness: a phenomenological inquiry into the common ground of mind-body therapies. Philosophy, Ethics, and Humanities in Medicine, 6(1), 6.

  • Nair, S., Sagar, M., Sollers, J., Consedine, N., & Broadbent, E. (2015). Do slumped and upright postures affect stress responses? A randomized trial. Health Psychology, 34(6), 632–641.

  • Porges, S. W. (2011). The Polyvagal Theory: Neurophysiological Foundations of Emotions, Attachment, Communication, and Self-Regulation. Norton.

  • Price, C. J., & Hooven, C. (2018). Interoceptive Awareness Skills for Emotion Regulation: Theory and Approach of Mindful Awareness in Body-Oriented Therapy (MABT). Frontiers in Psychology, 9, 798.

  • van der Kolk, B. A. (2014). The Body Keeps the Score: Brain, Mind, and Body in the Healing of Trauma. Viking.

  • Barrett, L. F. (2017). How Emotions Are Made: The Secret Life of the Brain. Houghton Mifflin Harcourt.





 
 
 

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