
El amor está en el espectro (y nosotros también): Pantallas, ternura y coraje en la era del vínculo vulnerable
- Marcelo Gallo
- Jun 30
- 8 min read
¿Alguna vez te emocionaste viendo a dos personas torpes, honestas y únicas sentarse a una cita y simplemente… tratar? No por el drama. No por la tensión sexual. Sino porque ves en ellos algo profundamente humano: el deseo de ser vistos, el miedo a no estar a la altura, la necesidad de conexión.
Love on the Spectrum, el reality australiano sobre personas en el espectro autista que buscan pareja, logra algo rarísimo: abrirnos el corazón sin forzar el sentimentalismo. Nos hace mirar con ternura y, al hacerlo, nos mira de vuelta.
Porque ese es uno de los milagros de las pantallas cuando se usan con conciencia: funcionan como espejos aumentados. Nos devuelven una imagen del mundo que, si está narrada con amor, también nos muestra aspectos de nosotros mismos que solemos ocultar. ¿Cuánto miedo tenemos a mostrarnos raros? ¿Cuánto control ejercemos para parecer “normales”? ¿Y qué perdemos en ese esfuerzo?
La ternura como vía de conocimiento
En el budismo tibetano, la ternura no es solo una emoción bonita: es una forma de sabiduría. Se la llama a veces “la compasión sin juicio”, y está ligada al coraje de no apartar la vista. De ver lo que duele y, en lugar de retraerse, acercarse con cuidado.
Ver Love on the Spectrum con atención plena puede ser una forma de práctica. Cada vez que sentimos ternura por uno de los participantes, estamos accediendo —aunque sea por un instante— a esa mirada compasiva que no corrige, no empuja, no exige: solo acompaña.
Y entonces, algo se abre. Algo que nos incluye. Porque, aunque no estemos en el espectro autista, todos tenemos un espectro interno de miedos, inseguridades, ilusiones y formas particulares de querer. Todos vivimos, de algún modo, un poco fuera de lugar. Y eso no es un error: es lo que nos vuelve humanos.
Las pantallas como terreno de práctica emocional
En una época donde solemos hablar de las pantallas como fuente de desconexión o distracción, vale la pena recuperar esta otra posibilidad: que nos ayuden a ver. Que nos devuelvan humanidad. Que nos enseñen, suavemente, a ser más nosotros.
Si somos capaces de mirar sin burlarnos, sin condescendencia, sin ansiedad —como quien acompaña a un niño que da sus primeros pasos—, entonces estamos practicando algo enorme. Una forma de estar en el mundo que también se puede aplicar a nuestras propias citas, a nuestras propias torpezas.
Dejarnos ver. Dejarnos querer. Dejarnos piropear.
Porque otra cosa que enseña el programa —aunque nadie lo diga explícitamente— es que el amor no empieza solo cuando el otro nos acepta. Empieza cuando uno mismo se permite aparecer. Cuando se atreve a decir “me gusta esto”, “me pongo nervioso”, “no sé qué decir pero igual vine”.
Tal vez podríamos tomar este reality como un entrenamiento espiritual suave. No para aprender a conquistar, sino para practicar la vulnerabilidad gozosa. Esa que no busca aprobación, sino conexión. Esa que nos recuerda que somos adorables no a pesar de, sino gracias a nuestras rarezas.
Y que está bien dejarse piropear, dejarse querer, dejarse ver.
A continuación te presento una secuencia completa de propuesta experiencial para acompañar la lectura o el visionado de Love on the Spectrum (o cualquier contenido que despierte ternura y empatía profunda). El objetivo es usar esa apertura emocional como punto de partida para conectar con nosotros mismos: con nuestras propias formas de vincularnos, de mostrarnos, de protegernos o de buscar amor.
Incluye:
Ejercicios suaves (para hacer mientras se mira o después)
Ejercicios un poco más activadores (con advertencia de trauma)
Un momento de integración reflexiva
Un cierre de descanso y vuelta al mundo habitual
🌿 Propuesta experiencial: “Ver(se) en el espectro”
🧘 1. Ejercicios sutiles (mientras ves el programa o después)
Ejercicio 1 – “Resuena en mí”
Mientras mirás una escena que te conmueve, sentí qué parte de tu cuerpo reacciona.
¿Dónde sentís el nudo cuando alguien se expone?
¿Qué parte se ablanda cuando alguien se ríe genuinamente?
¿Te das permiso para sonreír con ternura?
👉 Atención trauma: Si alguna escena te resulta difícil, volvé a tu respiración o apoyá ambos pies en el suelo. Sentí la estabilidad. Podés mirar la habitación que te rodea y repetir:
“Estoy acá. Esto es solo una escena. Yo estoy seguro/a ahora.”
Ejercicio 2 – “Mi espectro interno”
Después de ver un episodio, anotá en un cuaderno:
¿En qué momentos me sentí parecido a alguien del programa?
¿Qué parte de mí suelo esconder y podría ser adorable si la mostrara?
¿Qué me gustaría que alguien viera en mí, aunque yo no lo diga?
👉 Tip: Si te cuesta responder, podés imaginar que sos vos quien va a una cita en el programa. ¿Qué dirías? ¿Cómo te presentarías?
🧍 2. Ejercicios más movidos (requieren más energía emocional y corporal)
⚠️ Advertencia para personas sensibles por trauma: Estos ejercicios pueden remover emociones intensas o activar recuerdos. Hacelos solo si te sentís contenido/a. Si algo te resulta abrumador, volvé al cuerpo, al suelo, al entorno seguro.
Ejercicio 3 – “El piropo como espejo”
Parate frente al espejo. Con voz audible, decite algo que te gustaría que te digan de verdad.
Puede ser algo simple: “Tenés una forma hermosa de hablar”, o “Tu forma de mirar es muy tierna”.
Escuchate. ¿Te lo creés? ¿Te da vergüenza? ¿Te da ternura?
👉 Variante grupal: Podés hacerlo con una persona de confianza. Decirse mutuamente tres cosas lindas que no suelen decirse a nadie.
Ejercicio 4 – “Exposición amable”
Mandá un mensaje a alguien a quien querés o admirás, sin pedir nada a cambio. Algo como:
“Solo quería decirte que cada vez que hablás, me das paz.”
“Siempre me gustó tu forma de ver el mundo, gracias por eso.”
👉 Observá qué pasa después. ¿Sentís vulnerabilidad? ¿Orgullo? ¿Incomodidad? Todo eso está bien. Es parte del ejercicio.
☁️ 3. Momento de integración
Ejercicio 5 – “El diario del vínculo”
Cerrá el día con un momento íntimo de escritura. Elegí alguna de estas preguntas:
¿A quién me gustaría parecerme un poco más, en mi forma de vincularme?
¿Dónde necesito ser más tierno conmigo?
¿Qué tipo de amor estoy empezando a desear hoy, que antes no me animaba a imaginar?
👉 Podés hacer un collage, escribir una carta a vos del futuro, o dejarte un mensaje de audio como si fueras un personaje del programa animándote.
🛏️ 4. Descanso y vuelta al mundo habitual
Cierre – “Reposar lo vivido”
Recliná el cuerpo, con una manta o una postura que sientas segura. Cerrá los ojos o mirá suavemente una planta, una vela, o algo que te dé calma.
Respirá hondo. Repetí mentalmente (o en voz baja):
“Hay espacio en mí para la ternura.
Hay lugar para lo raro, lo torpe y lo sincero.
Estoy practicando el coraje suave de dejarme ver.”
Quedate así unos minutos. Cuando lo sientas, estirá los dedos, mové los pies, abrí los ojos.
Perfecto. A continuación te presento la segunda parte del artículo, con tono reflexivo, referencias académicas y un desarrollo más profundo del dilema ético que planteás, incluyendo también el punto crucial de que las mejores parejas para personas autistas no necesariamente son otras personas del espectro.
Ver, cuidar, exponer: el dilema ético del amor en el espectro
Segunda parte: ternura, consentimiento y la complejidad de mostrar sin cosificar
Si la primera parte de este texto celebraba la capacidad del programa Love on the Spectrum de conmovernos sin manipulación, ahora es momento de detenernos a mirar con más profundidad. Porque lo que emociona también merece ser pensado. Y porque la ternura no debe ser excusa para dejar de hacer preguntas difíciles.
📺 Realities y ética: ¿cuándo mostrar es cuidar y cuándo es exponer?
El reality, como formato, vive de capturar intimidad en contextos artificiales. En este caso, personas con diagnóstico de autismo —algunas de ellas con desafíos importantes en la comunicación social y regulación emocional— son puestas frente a cámaras, luces, desconocidos, preguntas y citas amorosas filmadas. Incluso cuando todo parece estar hecho con cariño, no se puede eludir una pregunta central:
¿Qué significa el consentimiento en un entorno tan mediado? ¿Hasta qué punto una persona —sea autista o no— puede dimensionar el impacto emocional y social de exponerse de esa manera?
Autores como Eva Illouz (2007) han mostrado cómo el amor mediatizado no es solo representación: es producción de realidad emocional. En ese sentido, Love on the Spectrum no solo muestra relaciones, las construye dentro de un dispositivo estético y narrativo que las moldea.
La filósofa Judith Butler, al hablar de la exposición del cuerpo vulnerable, advierte que mostrar sin sostener puede convertirse en una forma de violencia suave (Butler, 2009). ¿Cuánto sostén hay detrás de cámaras para las personas que participan? ¿Hay seguimiento? ¿Acompañamiento emocional?
🧠 Neurodivergencia y sobreestimulación: cuando el entorno no es neutro
Numerosos estudios (Pellicano et al., 2014; Robertson & Simmons, 2015) han mostrado que las personas autistas suelen tener una alta sensibilidad sensorial y emocional, lo cual hace que contextos impredecibles o sobrecargados puedan ser especialmente angustiantes. Filmar citas con luces, cámaras, micrófonos y presión narrativa puede no ser el entorno más propicio para que florezca una relación real.
Y sin embargo… ahí están. Con valentía, deseo y humor. Entonces, el dilema ético no es fácil: incluir también implica permitir la exposición, pero ¿cómo distinguir entre visibilizar y usar?
🧭 Exponer ≠ explotar: claves para una ética del cuidado
Hay algunos elementos que hacen de Love on the Spectrum una producción al menos más respetuosa que otros realities:
El montaje cuida los silencios, no acelera artificialmente los tiempos, y no busca ridiculizar.
Hay presencia de familiares, coaches y terapeutas que acompañan.
No se construyen héroes ni víctimas. Hay torpeza, sí, pero también agencia, deseo y humor.
En ese sentido, podríamos pensarlo en la línea de una “ética de la ternura estructural”: no solo sentir ternura como espectadores, sino exigir que las condiciones estructurales de producción también la encarnen.
Como plantea la neurocientífica y activista autista Devon Price (2022), la verdadera inclusión no se trata solo de mostrar a las personas autistas, sino de crear entornos donde puedan sentirse seguras, escuchadas y plenamente ellas mismas.
💑 ¿Quién con quién? El mito de la compatibilidad entre personas autistas
Uno de los supuestos más implícitos del programa —y también de muchas iniciativas en la vida real— es que las personas con autismo “se entienden mejor entre sí”, y que por lo tanto, sería más “natural” emparejarlas entre sí.
Este argumento, aunque bienintencionado, puede ser limitante y esencialista.
La investigación sobre pareja y autismo muestra que la compatibilidad no depende exclusivamente de compartir un diagnóstico, sino de variables como valores, estilos de apego, comunicación emocional y comprensión mutua (Murray et al., 2020; Aston, 2011).
De hecho, muchas personas autistas se sienten más cómodas con personas neurotípicas que tienen una gran capacidad de escucha, paciencia y estructura emocional clara. Otras, en cambio, encuentran alivio en compartir con alguien que también vive con hipersensibilidades similares.
Como señala la psicóloga Laura Crane (2019), no hay una única “forma autista” de amar: hay tantas formas de amor como personas.
🌱 Lo importante no es a quién amás, sino cómo te sentís en ese vínculo
Tal vez lo que nos recuerda este programa —con sus aciertos y sus dilemas— es que no hay fórmulas universales para amar. Y que el respeto por la neurodiversidad implica también dejar de buscar parejas “compatibles” como si fueran piezas de un rompecabezas clínico.
Una buena pareja es alguien que te ve, que no te exige actuar todo el tiempo, y que puede tolerar tu rareza sin querer “corregirla”.
Eso puede ser alguien neurotípico, neurodivergente, o ambos.
📚 Referencias académicas citadas:
Aston, M. (2011). The Other Half of Asperger Syndrome (Autism Spectrum Disorder): A guide to living in an intimate relationship with a partner who is on the autism spectrum. Jessica Kingsley Publishers.
Butler, J. (2009). Frames of War: When is Life Grievable? Verso.
Crane, L., et al. (2019). “Experiences of autism diagnosis: A survey of over 1000 autistic adults in the UK.” Autism, 23(2), 276–288.
Illouz, E. (2007). Cold Intimacies: The Making of Emotional Capitalism. Polity Press.
Murray, C., et al. (2020). “Romantic relationships and autism spectrum disorder: A narrative review.” Review Journal of Autism and Developmental Disorders, 7(4), 389–402.
Pellicano, E., et al. (2014). “A future made together: Shaping autism research in the UK.”
Price, D. (2022). Unmasking Autism: Discovering the New Faces of Neurodiversity. Harmony Books.
Robertson, C. E., & Simmons, D. R. (2015). “The sensory experiences of individuals with autism spectrum disorder: A qualitative analysis.” Perception, 44(5), 569–586.
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