5ritmos, ¿qué base científica tiene?
- Marcelo Gallo
- May 9
- 8 min read

¿Qué son los 5 Ritmos? Movimiento, presencia y catarsis al ritmo del cuerpo
Una habitación en penumbras, el pulso grave de un tambor electrónico llena el aire, y una docena de personas comienzan a moverse en silencio. No hay coreografía, no hay pasos que seguir. Hay cuerpos que se sueltan, pies que tocan el suelo con intención, brazos que giran como si escribieran en el aire lo que el alma no encuentra cómo decir. Así comienza una ola de movimiento conocida como 5Ritmos, una práctica que se encuentra en la intersección entre la danza libre, la meditación activa y la exploración emocional.
Una danza que no es danza
Creada por Gabrielle Roth en los años 70, 5Ritmos no es una técnica de baile. Es una práctica de escucha interna a través del movimiento. Parte de la premisa de que “el cuerpo es la única parte de nosotros que nunca miente”. Y cuando se le da espacio, puede convertirse en un puente entre lo que sentimos y lo que no sabemos cómo nombrar.
Cada sesión de 5Ritmos atraviesa cinco estados o “ritmos” que corresponden a diferentes cualidades de movimiento y energía:
Fluir (Flowing): movimientos circulares, bajos, conectados con el suelo. Representa la receptividad, lo femenino, el enraizamiento.
Staccato: movimientos definidos, percutivos. La expresión, los límites, la voz interna. El ritmo del corazón.
Caos: sacudidas, liberación, descontrol controlado. El momento de soltar el control de la mente.
Lírico (Lyrical): movimiento ligero, expresivo, creativo. El cuerpo encuentra su narrativa.
Quietud (Stillness): lentitud, integración, silencio en movimiento.
Estos cinco ritmos componen lo que se llama una Wave (ola), un viaje interior a través del cuerpo, la emoción y la mente. No hay dos sesiones iguales. No hay forma correcta de moverse. Lo que importa es estar presente.
¿Tiene base científica? ¿Qué dice la investigación?
Aunque 5Ritmos no cuenta con una vasta cantidad de estudios científicos propios (como sí los tienen disciplinas como el yoga o el mindfulness), se apoya en varios pilares teóricos y empíricos bien establecidos:
Neurociencia del movimiento: el movimiento libre activa áreas cerebrales vinculadas con la autorregulación, la integración sensorial y la creatividad (Siegel, 2007; Cozolino, 2010).
Teoría Polivagal (Porges): el movimiento rítmico, acompañado de respiración consciente y música, puede modular el sistema nervioso autónomo, promoviendo estados de seguridad y conexión.
Psicología somática: investigaciones de Bessel van der Kolk y Peter Levine sugieren que el trauma se aloja en el cuerpo y que ciertas formas de movimiento pueden ayudar a su procesamiento.
Mindfulness en movimiento: estudios sobre tai chi, yoga y caminatas conscientes han mostrado mejoras en ansiedad, depresión, y regulación emocional (Khalsa et al., 2015; Wang et al., 2014).
Terapia de Danza y Movimiento (DMT): reconocida por instituciones clínicas, con evidencia creciente sobre su eficacia en el trabajo con estrés, trauma y dificultades psicosociales.
Además, existen tesis académicas y estudios exploratorios que han abordado los efectos de 5Ritmos en la reducción del estrés, el autoconocimiento corporal y la mejora de la autoestima (Schul & Fahey, 2007; Kieft, 2020).
¿Para quién es esta práctica? ¿Y cuándo no es recomendable?
5Ritmos puede ser profundamente transformador, pero como toda práctica intensa, no es para todos en cualquier momento. A continuación, algunos aspectos a considerar:
Recomendado para:
Personas en procesos de autoconocimiento o búsqueda espiritual.
Quienes necesitan reconectar con su cuerpo luego de haberlo desconectado por años.
Personas con experiencia en prácticas terapéuticas o meditativas que busquen una vía corporal.
Artistas, terapeutas, docentes o cuidadores que necesitan liberar tensión y expresar emociones contenidas.
Contraindicaciones o precauciones:
Estados disociativos severos o trauma no abordado clínicamente: la práctica puede activar recuerdos o emociones intensas. En esos casos, es recomendable trabajar previamente con un terapeuta especializado en trauma.
Trastornos psiquiátricos activos sin seguimiento: esquizofrenia, trastornos bipolares descompensados o depresiones mayores sin acompañamiento pueden requerir una adaptación o supervisión especial.
Problemas físicos agudos: aunque puede adaptarse a diferentes cuerpos, personas con lesiones graves deben consultar antes con profesionales médicos o con los facilitadores del grupo.
Como toda herramienta poderosa, requiere contexto, intención y cuidado. No es un espacio de exhibición ni de descarga irresponsable. Es un contenedor donde el cuerpo puede hablar con libertad, pero también donde se necesita respeto mutuo.
Una meditación sin silla
5Ritmos es una invitación a entrar en uno mismo sin palabras. A través del sudor, del temblor, del silencio compartido en movimiento, muchas personas encuentran algo que la mente sola no puede resolver.
No reemplaza la terapia, pero puede complementarla. No es una religión, pero puede abrir espacios de sentido profundo. No te dice cómo bailar: te deja encontrar tu forma. Y en ese permiso, a veces, aparece una verdad que estaba atrapada entre el pecho y la garganta desde hace años.
Claro, acá tenés un desarrollo más profundo y cohesivo de cada uno de esos puntos, ideal para incluir en un artículo de blog, presentación o ensayo sobre el valor terapéutico del movimiento libre como en los 5Ritmos:
Fundamentos científicos y terapéuticos del movimiento libre
Aunque muchas veces asociado al mundo de lo alternativo o lo espiritual, el movimiento libre —como el que propone la práctica de 5Ritmos— tiene una base sólida en múltiples campos de la ciencia y la psicología contemporánea. A continuación, se exploran algunos de los pilares que respaldan su valor:
1. Neurociencia del movimiento
Desde la perspectiva de la neurociencia interpersonal (Siegel, 2007) y la psicología social del cerebro (Cozolino, 2010), el movimiento espontáneo no solo implica activación motora: también despierta redes neuronales relacionadas con la regulación emocional, la integración sensorial y la creatividad.
El movimiento libre favorece la neuroplasticidad al permitir que el cuerpo explore nuevas secuencias, posturas y patrones de acción, reforzando conexiones entre la corteza motora, el sistema límbico y la corteza prefrontal. Esto implica que moverse conscientemente puede ser una vía directa para modular el estado interno, sin necesidad de verbalización previa.
2. Teoría Polivagal (Stephen Porges)
La Teoría Polivagal propone que nuestro sistema nervioso autónomo no es solo reactivo, sino que tiene una lógica jerárquica que prioriza la seguridad. El movimiento rítmico, cuando es voluntario y placentero, junto con la música y la respiración consciente, puede activar el sistema nervioso parasimpático ventral, facilitando estados de calma y conexión social.
Esto convierte prácticas como los 5Ritmos en herramientas reguladoras que no requieren diálogo ni interpretación: el cuerpo, simplemente, encuentra un modo de sentirse a salvo y acompañado en su propio compás.
3. Psicología somática y trauma
Autores como Bessel van der Kolk (El cuerpo lleva la cuenta) y Peter Levine (Somatic Experiencing) han documentado cómo el trauma no solo se recuerda cognitivamente, sino que queda “atrapado” en el cuerpo bajo la forma de contracción muscular, hipervigilancia o disociación.
El movimiento espontáneo y la expresión corporal no estructurada pueden permitir que el sistema nervioso complete respuestas interrumpidas (como la huida o el sacudón del susto), facilitando una liberación progresiva sin necesidad de revivir el trauma desde lo narrativo. Desde esta perspectiva, la danza no es solo catarsis: es reintegración.
4. Mindfulness en movimiento
Estudios clínicos sobre disciplinas como el tai chi, el qi gong, el yoga o incluso las caminatas meditativas (Khalsa et al., 2015; Wang et al., 2014) han mostrado consistentemente beneficios en la disminución de la ansiedad, la depresión y el estrés percibido.
La práctica de 5Ritmos, si bien no está estructurada como estas técnicas, comparte sus principios: presencia, atención plena al cuerpo, aceptación de la experiencia interna y ritmo respiratorio consciente. Esto la convierte en una forma accesible y no dogmática de mindfulness en acción.
5. Terapia de Danza y Movimiento (DMT)
Reconocida por asociaciones como la American Dance Therapy Association (ADTA), la Terapia de Danza y Movimiento se basa en la idea de que el cuerpo y la mente están profundamente interrelacionados, y que los cambios en uno afectan al otro.
Numerosos estudios han documentado su eficacia en el tratamiento de trastornos del estado de ánimo, trauma, duelos, y problemáticas psicosociales. La práctica de 5Ritmos, aunque no clínica en sí misma, se encuentra en un continuo con estas modalidades, y muchos terapeutas integran sus elementos en el trabajo psicocorporal.
6. Estudios preliminares sobre 5Ritmos
Aunque aún escasos, existen estudios exploratorios y tesis académicas que han evaluado directamente los efectos de la práctica de 5Ritmos.
Por ejemplo:
Schul & Fahey (2007) observaron mejoras en la autoconciencia corporal y la reducción de estrés en participantes regulares.
Kieft (2020) investigó los beneficios psicológicos y emocionales de prácticas de “danza extática” (incluyendo 5Ritmos) encontrando efectos positivos en autoestima, expresión emocional y regulación afectiva.
Conclusión
Bailar no es solo una forma de expresarse, es una vía hacia el bienestar integral. Prácticas como 5Ritmos, aunque no nacidas desde la clínica, tienen resonancia directa con hallazgos actuales en neurociencia, psicología del trauma y terapias de integración cuerpo-mente.
No se necesita un estudio formal para empezar: basta con el permiso interno de moverse con honestidad.
Y eso, en sí mismo, puede ser profundamente transformador.
¿Querés probar?
En Argentina hay facilitadores certificados que ofrecen sesiones semanales, encuentros intensivos y retiros. Te recomiendo buscar facilitadores acreditados por la organización internacional de 5Rhythms (5Rhythms Global). También podés comenzar simplemente poniendo música en tu casa y siguiendo las cinco fases, prestando atención a cómo cambia tu cuerpo y tu mente en cada una.
Como dijo Gabrielle Roth:
“La danza es la única forma de meditación que deja huellas.”
¿Cómo me doy cuenta si ya hago algo de esto o cómo puedo hacerlo gratis en casa?
El espíritu de los 5Ritmos no necesita escenario, ni ceremonia, ni perfección. Se trata más de un permiso interno que de una técnica externa.
Acá van dos caminos para hacerlo gratis y/o reconocer si ya lo hacés intuitivamente:
¿Cómo hacerlo gratis en casa (o donde sea)?
Elegí una lista de música variada
Usá Spotify, YouTube o tu propia biblioteca. Buscá una secuencia que pase por estas energías:
Fluir: música suave, envolvente, sin percusión marcada (ej: piano ambiental, cuencos, o downtempo).
Staccato: ritmos definidos y pulsantes (percusión africana, funk, techno tribal).
Caos: ritmos desordenados, crescendos, distorsión (rock progresivo, drum & bass, etc.).
Lírico: melodías livianas, inspiradoras (indie pop, folclore, world music).
Quietud: música lenta, minimalista, silenciosa (música para meditación o ambient).
Dale play y soltá el cuerpo
No hay pasos. Escuchá el ritmo y dejá que algo en vos se mueva. Puede empezar con una mano, con un pie, o con la respiración. No se trata de “bailar bien” sino de darle forma física a lo que sentís.
Cerrá los ojos si te ayuda, o mirá un punto fijo
Esto no es performance. Es una conversación íntima entre vos y tu cuerpo.
Terminá en el piso, respirando
La última fase (Quietud) es para integrar. Podés acostarte, meditar o simplemente quedarte en silencio unos minutos.
¿Ya lo hacés sin saber?
Si alguna vez:
Te moviste solo al limpiar o cocinar porque lo necesitabas,
Bailaste solo en el cuarto para liberar tensión o angustia,
Usaste la música como descarga emocional,
Sentiste alivio real después de sacudir el cuerpo,
Imitaste a alguien que baila, sin pensarlo, y sonreíste,
Sentiste que algo “hizo clic” en vos después de moverte…
Entonces sí, ya estás haciendo algo muy parecido a los 5Ritmos.
Lo importante no es llamarlo con un nombre, sino reconocerlo como un recurso propio, gratuito, disponible, y profundamente terapéutico.
Aquí tienes una selección de playlists en Spotify que te permitirán explorar los 5 Ritmos a través de la música, sin necesidad de asistir a una clase formal. Estas listas están diseñadas para guiarte por las cinco fases: Fluir, Staccato, Caos, Lírico y Quietud.
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Playlists recomendadas para practicar los 5 Ritmos
5 Rhythms – nualawalker
Una lista de reproducción de 1 hora y 12 minutos que incluye temas como “Now We Are Free” y “Born Slippy (Nuxx)”, ideales para una sesión completa de los 5 Ritmos.
5 Ritmos - Brenda Cohen – Gaby Luna
Esta playlist ofrece una variedad de canciones seleccionadas para acompañar cada uno de los ritmos, facilitando una experiencia fluida y envolvente.
Earthy Barefoot Ecstatic Dance – White Swan Records
Ideal para quienes buscan una experiencia más tribal y orgánica, esta lista incluye sonidos profundos y electrónicos que se alinean con la práctica de los 5 Ritmos.
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¿Cómo utilizar estas playlists?
Prepará tu espacio: Encontrá un lugar donde puedas moverte libremente sin interrupciones.
Escuchá tu cuerpo: No hay pasos correctos o incorrectos. Permití que tu cuerpo se exprese libremente al ritmo de la música.
Recorré los ritmos: Dejá que la música te guíe a través de las fases de Fluir, Staccato, Caos, Lírico y Quietud.
Integrá la experiencia: Al finalizar, tomá unos minutos para respirar profundamente y notar cómo te sentís.
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